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Yajid | Salmo 121- שיר למעלות

Breve Historia

Esta bendición presenta el Pesukei Dezimrah . Fue mencionada por el rabino Isaac Alfasi (Rif) hace más de 800 años en su comentario a Maseches Berachos 32. El Taz ( Oraj Jaim 51:1 ) afirma que esta oración fue instituida por los “Hombres de la Gran Asamblea”. La bendición contiene ochenta y siete palabras que sugieren el valor númerico de (פָּז) poz, oro refinado.

Terminadas las Birkot Hashajar, las bendiciones matutinas preliminares, nuestro Sidur comienza Psukei Dezimrá, los Cánticos Selectos, una serie de salmos que comienzan con “Baruj sheamar” y culminan con “Ishtabaj”. El Talmud (Brajot 32 a) justifica Psukei Dezimrá pues debemos alabar al Eterno antes de hacerle pedidos. También sirven como preparación para recitar Shemá Israel y la Amidá en un estado más elevado de espiritualidad. Alabar al Eterno nos da la humildad necesaria para pedir; los salmos, con sus textos y sus melodías, son una excelente plataforma desde donde acceder a la tefilá y una transición entre un estado mental mundano y uno sagrado. Decimos Baruj sheamar de pie, tomando los dos tzitzit delanteros con la mano derecha. Al finalizar, besamos los tzitzit y los soltamos.

Fonética

Baruj sheamar vehaiá haolam. Baruj Hu: Baruj osé bereshit, Baruj omer veosé,
 
Baruj gozer umekaiem, Baruj merajem al haaretz, Baruj merajem al habriot,
 
Baruj meshalem sajar tov leirav, Baruj jai laad vekaiam lanetzaj, Baruj podé umatzil,
 
Baruj shemó. 

Hebreo

בָּרוּךְ שֶׁאָמַר וְהָיָה הָעוֹלָם: בָּרוּךְ הוּא, בָּרוּךְ עוֹשֶׂה בְרֵאשִׁית, בָּרוּךְ אוֹמֵר וְעוֹשֶׂה, בָּרוּךְ גּוֹזֵר וּמְקַיֵּם, בָּרוּךְ מְרַחֵם עַל הָאָֽרֶץ, בָּרוּךְ מְרַחֵם עַל הַבְּ֒רִיּוֹת, בָּרוּךְ מְשַׁלֵּם  כָר טוֹב לִירֵאָיו, בָּרוּךְ חַי לָעַד וְקַיָּם לָנֶֽצַח, בָּרוּךְ פּוֹדֶה וּמַצִּיל, בָּרוּךְ שְׁמוֹ

Español

Bendito el que habló y el mundo se hizo. Bendito es Él.  Bendito el que hace la creación. Bendito el que dice y hace. Bendito el que decreta y cumple. Bendito el que otorga misericordia a la Tierra. Bendito el que otorga misericordia a Sus criaturas. Bendito el que recompensa a los que Lo veneran. Bendito el que vive por siempre y existe hasta la eternidad. Bendito el que redime y salva. Bendito Su nombre.